Elecciones, el día después

Ayer se celebraron las nuevas elecciones, aquellas que llevábamos esperando desde la fallida investidura de Pedro Sánchez. Iban a ser las elecciones del “sorpasso”, y han acabado siendo las de la gran victoria del PP.

Y lo han sido porque los populares han sido los únicos que han mejorado sus resultados en escaños. De los 123 de diciembre han pasado a los 137 logrados ayer, mientras que el PSOE cae de 90 a 85, Ciudadanos pasa de 40 a 32 y Unidos Podemos mantiene los 71 que sacaron Podemos (y confluencias) e Izquierda Unida por separado hace seis meses.

Mariano Rajoy queda coronado como el gran vencedor del 26-J. Ha ganado y la opción más lógica es que siga siendo el Presidente del Gobierno durante los próximos cuatro años. Mejora votos y escaños (con menos participación, gana más de 700.000 votantes) con respecto a sus resultados del 20-D, con lo que gana legitimidad para seguir en Moncloa, y, de recibir el apoyo de Ciudadanos (algo posible), se quedaría a las puertas de lograr la investidura en una primera votación. Una investidura que, con ese apoyo, sería muy factible en una segunda votación a nada que algún partido de los nacionalistas se abstuviera.

En cuanto al PSOE, situación complicada para Pedro Sánchez. Queda en una situación similar a la de diciembre, pero con menos escaños y sabiendo que ni con el apoyo de Ciudadanos superaría al PP. Si quiere intentar gobernar, necesita sí o sí el apoyo de Podemos y de algún partido nacionalista. Aun así, los socialistas han logrado aguantar el empuje de Unidos Podemos y mejorar sus resultados en cuanto a porcentaje de votos (de un 22’00% a un 22’66%). Se puede decir que Pedro Sánchez gana tiempo para defender su liderazgo en el partido.

En cuanto a Unidos Podemos se puede decir que la confluencia ha sido un fracaso. Mantienen los diputados de la suma de Podemos + IU en diciembre, pero pierden votos y caen en porcentaje. El “sorpasso” que se avecinaba queda lejos (se han quedado a un 1’5% del PSOE, es decir, a menos de 300.000 votos, y a 14 escaños), dejándose por el camino casi 1 millón de votos de los que lograron por separado en 2015. Les tocará repensarse muchas cosas en ambas formaciones de cara a próximos envites.

Y por último, Ciudadanos. Tenían el fantasma del voto útil encima, y les ha acabado pasando factura. Su acuerdo con el PSOE no ha ayudado y han empeorado sus porcentajes de voto en todas las provincias, evidenciando una fuga de votos pequeña pero constante hacia el PP, que ha mejorado los suyos también en todas. Pese a todo esto, han conseguido limitar la pérdida de escaños y lograr un resultado que, pese a no ser malo para una formación que hace poco más de un año no tenía implantación a nivel nacional, les condena a tener que ser la muleta de los populares o a una posición de irrelevancia en el Congreso. Por último, es de recibo destacar que, de los 4 grandes partidos, han sido sin duda el más perjudicado por la ley electoral (que no por la d’Hondt).

Así pues, todo indica que la decisión que tomen el PSOE y los PANE será clave para determinar el futuro gobierno. Si el primero decide apoyar, directa o indirectamente la gran coalición, los partidos nacionalistas no tendrán nada que decir. Si intenta un apoyo de Unidos Podemos para formar un gobierno de izquierdas sin Ciudadanos, necesitará del apoyo de catalanes o vascos para lograr sacar adelante la investidura.

Por último, nombres famosos. Julio Rodríguez no logra el acta de diputado para Unidos Podemos por Almería, cosa que si ha conseguido Felisuco por Santander para Ciudadanos. Y, “quebradero” de cabeza para Pedro Sánchez, ya que Eduardo Madina vuelve al Congreso con el PSOE.

Bonus Track: Al final ha habido “sorpasso”, pero no aquel del que todos hablábamos estos últimos meses. El PP ha ganado en Andalucía, superando por 3 escaños y más de dos puntos al PSOE de Susana Díaz. Puede ser un punto de inflexión para las aspiraciones de la Presidenta de la Junta en política nacional.

PD: El jueves tenemos contenido especial. Estamos ya preparando los datos sobre como habría quedado el Congreso si aplicaramos el sistema Hare a la ley electoral actual y como quedaría si estableciésemos circunscripciones autonómicas o estatales y aplicásemos d’Hondt y Hare. Estad atentos a nuestra página de Facebook, dónde seguramente podréis ver algún avance en exclusiva.

Preguntas a un mes de las elecciones

Hace un mes presentamos el «Preguntas a dos meses de las elecciones» y hoy, aprovechando que queda justo un mes para ellas, las actualizamos. Respondemos algunas que ya habían sido contestadas el mes pasado y actualizamos con otras nuevas

¿Caerá la participación con respecto al 20-D?

Hace un mes dijimos que sí, y las encuestas que han ido saliendo parecen confirmar que así será. La horquilla puede estar entre un 4 y un 8%, lo que indicaría una participación entre un 65-69%. Según un estudio de Metroscopia, conforme más baje la participación más beneficiado saldrá el primer partido en las elecciones, en este caso el PP.

¿Variarán significativamente los resultados respecto a diciembre?

La pregunta que todos nos hacemos es si habrá “sorpasso” de Unidos Podemos al PSOE. Por lo demás, el PP repetirá como 1ª fuerza y Ciudadanos ocupará el cuarto lugar. Queda por ver en Cataluña si ERC vuelve a superar a DiLl (el nombre bajo el que se presentó CDC en Diciembre)

En caso de “sorpasso”, ¿qué hará el PSOE?

Posiblemente la pregunta más repetida en estos últimos días. De lo que pase dependerá en gran medida quien será el próximo presidente. En una situación similar a la anterior, en que PP y Ciudadanos no sumen mayoría ni PSOE + Unidos Podemos hagan lo mismo, la decisión que tome el PSOE será clave. Una abstención socialista podría facilitar un gobierno popular con el apoyo de la formación de Albert Rivera. Por su parte, Jordi Sevilla ya avisó que el PSOE no pactaría con Podemos.

¿Funcionará bien el grupo parlamentario de Unidos Podemos?

En su momento preguntamos si habría confluencia entre Podemos e IU. Ya dijimos que estaba próxima, pero que tendría dificultades. Ahora la pregunta que nos hacemos es si se mantendrá unido el grupo parlamentario. Ya han dicho ambas formaciones que tendrán independencia dentro del mismo, pero al ser partidos con organizaciones e ideologías tan distintas, es de esperar que tarde o temprano surja alguna fricción entre ambas formaciones.

También preguntamos por la fórmula de las confluencias. Se repetirán, pero quedará ver qué pasa con la formación de grupos parlamentarios. Tras la experiencia de Enero, en que no pudieron formar grupo propio en el Congreso, surgieron algunas fricciones, que ya han sido superadas. En principio se integraran todos en el mismo grupo pero funcionaran de forma independiente.

¿Mantendrán los principales partidos sus exigencias ante posibles pactos?

Dijimos hace un mes que tarde o temprano tenían que bajar, aspecto que también comentamos en el Mayoría Silenciosa del 4 de Mayo. Tendrán que limar asperezas porque la ciudadanía no tolerará otra repetición de elecciones (aunque la ciudadanía es responsable también de fragmentar el parlamento).

¿Se presentará Mariano Rajoy a la investidura?

Si el PP es la fuerza más votada el 26J, algo que parece prácticamente seguro, no le queda otra opción que intentar ser investido, aunque no tenga los apoyos necesarios. Mantener la situación de bloqueo, como hizo en Enero, le haría sufrir un desgaste excesivo que su figura podría no soportar. Por otro lado, es posible que recibiendo el apoyo de Ciudadanos esta vez sume para lograr la investidura, lo que puede animar a Rajoy a presentar la candidatura.

Pregunta Bonus (a responder por el lector): ¿Qué partidos han celebrado primarias para escoger a sus candidatos de cara a Junio?

Daremos una pista. Ha sido uno de los 4 grandes a nivel nacional, y uno de los autonómicos, entre aquellos que tienen peso suficiente en el Parlamento.

No, no es culpa de la Ley d’Hondt

Una de las soluciones más fáciles que buscan ciudadanos de a pie y partidos políticos para explicar sus resultados electorales es culpar de todo a la “Ley D’Hondt”. Si realizamos una búsqueda en twitter, por ejemplo, sobre “Ley d’Hondt”, podemos encontrar muchas críticas a la mal llamada “Ley”, que no es una ley, sino una mera fórmula matemática para regular el reparto de escaños.

El sistema d’Hondt se aplica en la mayoría de países que tienen sistemas proporcionales, ya que la fórmula de reparto proporcional de escaños más fiable que existe. Existen otras alternativas, como el cociente Hare, que favorece menos a los partidos mayores, o el cociente Droop, por ejemplo, pero son mucho menos usados que el sistema d’Hondt.

Sin embargo, para la inmensa mayoría de la ciudadanía española, el sistema d’Hondt no funciona. Es evidente que la fórmula electoral actual no es representativa al 100% (algo imposible, por otra parte). Partidos como Ciudadanos o Izquierda Unida salieron bastante perjudicados en cuanto a representación obtenida con su número de votos. El pueblo corrió a cargarle las culpas a la “Ley d’Hondt”. Sin embargo, la ciudadanía ignora que también se aplica en las elecciones municipales y europeas, dónde los resultados electorales son mucho más cercanos a esa representatividad absoluta que se reclama.

Por lo tanto, podemos asegurar sin miedo a equivocarnos que la “Ley d’Hondt” no es la culpable que el sistema electoral español no sea proporcional. Según Arend Lipjhart, en su libro Modelos de Democracia, el grado de desproporcionalidad de España era de un 8’15%, alto dentro de los sistemas representativos pero lejos del 1’30% de los Países Bajos, que aplica un modelo de circunscripción única (lo que muchas veces se denomina erróneamente “un ciudadano, un voto”), pero aún más lejos del 21’08% que presenta Francia en las elecciones legislativas, con un sistema de segunda vuelta, o el 45’38% que presentan los Estados Unidos en las elecciones presidenciales, con sistemas mayoritarios.

Entonces, si la culpa no es de la “Ley d’Hondt”, ¿por qué el sistema electoral español no es representativo? Esto es debido a que la gran mayoría de circunscripciones en las elecciones generales reparten pocos diputados (salvo 7, el resto reparten menos de 10 diputados), con lo cual para poder acceder al reparto de escaños hay que obtener aproximadamente un 10% del voto en ella. Por ejemplo, no es culpa de la “Ley d’Hondt” que IU-UP se quede sin representación con un 4-5% del voto en provincias que reparten 6 o 7 diputados. Ni tampoco es su culpa que Ciudadanos o Podemos no tengan representación en Soria con un 15 y un 16% de los votos al repartir esta solo 2 escaños.

¿Se puede modificar el sistema electoral para mitigar éste efecto? Sí. Se podría establecer una circunscripción única (un sistema, que con la realidad plurinacional del país sería un error), o un sistema de circunscripciones autonómicas, que habría modificado sustancialmente los resultados de las elecciones de diciembre. Con este segundo sistema, Podemos (y sus confluencias, incluida Compromís), habrían obtenido 76 diputados. Ciudadanos, por su parte, habría llegado a 46, mientras que IU-UP habría pasado de los dos actuales a 7, ganando 3 en Andalucía y uno en Castilla y León y en la Comunidad Valenciana. PP y PSOE, por su parte, habrían bajado a 114 y 82 diputados, respectivamente.

También se podría aplicar el sistema de cuotas de Hare sin modificar las circunscripciones, pero contando que la mayoría de las circunscripciones son pequeñas, no modificaría sustancialmente los resultados.

Así pues, ¿qué solución aplicaríais vosotros?

Partidos y Redes Sociales

Las redes sociales son hoy en día un elemento fundamental para la comunicación de un partido político. Vivimos rodeados de hastags, imágenes, trending topics, vídeos cortos con eslóganes y presentaciones de Power Point compartidas como álbumes en sus perfiles de las redes.

Las redes sociales son también una herramienta genial para interactuar con la población y pulsar sus opiniones, sin embargo es algo que los principales partidos no aplican.  Y en parte es entendible, porque con tantos “trolls” y gente en busca de su minuto de gloria pululando por la red, es complicado para los community managers de los partidos distinguir con que usuarios se puede mantener un debate moderado y con cuáles no. Si revisamos los perfiles de twitter, por poner un ejemplo, de los principales partidos, podemos ver que ante prácticamente cualquier tweet hay alguna respuesta de alguien a quien fácilmente se puede calificar como «troll».

De todas formas, los grandes partidos tienen un comportamiento muy similar en perfiles de twitter. Si exceptuamos a Ciudadanos, que sigue aproximadamente a un tercio de sus seguidores, el resto de los partidos no optan por la estrategia de seguir indistintamente a sus seguidores, reservando esa herramienta para las diversas cuentas territoriales del partido y sus líderes, además de periodistas, medios y profesionales y asociaciones de diferentes sectores.

Otra herramienta útil que nos ofrece twitter son los trending topics. Los diferentes partidos lanzan hastags relacionados con el asunto que quiere tratar el partido, ya sea en forma de mensaje positivo dirigido al propio partido o en como un mensaje negativo dirigido hacia un rival.

Izquierda Unida es un ejemplo algo diferente. Además de ser el primero de los principales partidos nacionales en llegar a la red social del pajarito, su timeline es un poco diferente del resto. Mientras que los cuatro grandes reducen su muro a una mera herramienta desde la que transmitir su discurso, con tweets y retweets de eslóganes, frases dichas por sus políticos en los diferentes medios y explicaciones, en «La Cueva» además intercalan dosis de humor que les dio gran visibilidad durante la última campaña electoral.

Podemos, por su parte, demostró en sus redes la evolución que ha tenido como partido. En un inicio, antes de iniciar la campaña de las elecciones europeas de 2014, la estrategia de comunicación del partido era la de intentar contestar a todas las dudas que se planteaban, pero, el crecimiento de los apoyos al partido tuvo como consecuencia que las redes del partido se acabasen por parecer cada vez más a las de un partido tradicional, que es cómo funcionan hoy en día.

En cuanto a facebook, las cuentas de los grandes partidos en esta red social demuestran la diferencia con respecto a twitter. Menos mensajes que respecto a twitter, pero más largos. También tienen menos seguidores que en la red del pajarito, pero los “trolls” abundan de igual manera en ambas redes sociales, de ahí que el comportamiento de los partidos sea el mismo.

Por último, cabe destacar que el tener más seguidores o más presencia en las redes sociales no implica tener mejores resultados electorales, algo que quienes sigan en las redes a UPyD o VOX sabrán perfectamente.

¿Y vosotros, como mejoraríais el funcionamiento de las redes de un partido político?